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Culmina la Escuela Escazú, un esfuerzo para exigir la adhesión de Honduras al Acuerdo

Por René Estrada 

Con mucha satisfacción y orgullo, la Red Hondureña por Escazú culminó la primera edición de la Escuela Escazú, un proyecto dirigido a jóvenes, liderazgos comunitarios y defensores de los derechos humanos y ambientales para socializar y profundizar en la importancia del Acuerdo y exigir la pronta adhesión del Estado de Honduras al tratado.

El Acuerdo Regional Sobre Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales, más conocido como Acuerdo de Escazú, representa el primer tratado regional ambiental de América Latina y el Caribe y el primero en el mundo en contener disposiciones específicas para proteger a las personas defensoras del ambiente.

Participantes de la Escuela Escazú. Foto: Red Hondureña por Escazú.

La Escuela Escazú impartió 5 módulos a 25 jóvenes de 11 de los 18 departamentos del país, que forman parte de distintas organizaciones de defensoría medioambiental, de derechos humanos y movimientos sociales que hacen frente a proyectos extractivos instalados en sus comunidades. La Escuela contó con representantes de 6 pueblos originarios: Miskitu, Tolupán, Lenca, Maya Chortí, Tawaka y Nahua.

Para celebrar este logro y mantener la exigencia para la pronta adhesión al Acuerdo, se presentó por primera vez la obra “La Espera”, un drama escrito y dirigido por el dramaturgo Fabricio Raudales, que muestra la violencia, criminalización y despojo que sufren las personas defensoras de los bienes comunes de la naturaleza a manos de las grandes empresas extractivas.

Escena de la obra «La Espera». Foto: Red Hondureña Por Escazú.

Más que una Escuela, un espacio de reflexión y estrategia

La Escuela Escazú inició el 22 de julio y culminó el 9 de diciembre y fue impartida en una secuencia que llevó a las y los alumnos de lo teórico a la práctica. En su primera sesión, se abordaron los temas “Extractivismo, defensa del territorio y justicia ambiental” e “Historia y seguimiento del Acuerdo de Escazú y de la Red Hondureña por Escazú”.

Trabajo grupal en la primera sesión de la Escuela Escazú. Foto: Red Hondureña por Escazú.

En su segundo encuentro, el 28 de septiembre, se impartieron los módulos “La legislación ambiental hondureña y la relación con el Acuerdo de Escazú y los derechos humanos”. Y, en su último encuentro, el 9 de diciembre, se desarrolló la lección “La incidencia como elemento fundamental para la adhesión al Acuerdo de Escazú”. Al culminar las 3 sesiones, las y los alumnos recibieron, muy contentos, sus diplomas de finalización.

De acuerdo con Dulce Davis, integrante de la Red Hondureña por Escazú, el objetivo de la Escuela es formar a personas comprometidas con la defensa del medio ambiente y la justicia ambiental en Honduras, para que una vez se firme el Acuerdo, participen en las mesas de diálogo, reflexión y estrategia, y se incorporen en el proceso de implementación.

Actividades de cierra de la Escuela Escazú. Foto: Red Hondureña por Escazú.

Por una participación ciudadana real y activa 

Uno de los logros más importantes de la Escuela fue la formación del alumnado sobre temas vinculados con los derechos que tienen sus comunidades, como la participación activa e informada en la instalación de proyectos extractivos, uno de los pilares del Acuerdo de Escazú que, lastimosamente, no se cumple en el país.

Participantes de la Escuela Escazú. Foto: Red Hondureña por Escazú.

Los recién egresados y los miembros de la Red Hondureña por Escazú le exigen a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, que cumpla su promesa con las y los defensores del ambiente y que firme el Acuerdo de Escazú, para que se remita al Congreso Nacional para su pronta ratificación.

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