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Los testimonios e historias en el juicio de Geovanny Fuentes, que ponen “en jaque” al Gobierno de Honduras

Por Xiomara Orellana, periodista del CESPAD

Inicia el juicio contra Geovanny Daniel Fuentes Ramírez, un capo que era considerado “de poca monta” por las autoridades de Honduras. Sin embargo, para agentes de la Agencia de Administración para el Control de Drogas (DEA), era una pieza clave en las actividades de narcotráfico de este país centroamericano. Fue un tipo que penetró no sólo en el más alto nivel del Gobierno, sino que tuvo amplias conexiones en el mundo empresarial del país, que lo llevaron, incluso, a realizar negocios con empresas transnacionales.

Desde 1996, Fuentes Ramírez constituyó cinco empresas, dos establecidas en Choloma y tres en San Pedro Sula, Cortés: Agroindustrias Potrerillos S.A. de C.V; Agroforestal Fuentes Contreras S de R. L. de C. V.; Recicladora de Desperdicios Textiles, Plásticos y Cartón S de R. L.; Kasa Apparel S de R. L; Exportadora Forestal Fuentes S. A. de C. V., y Ever Green S. A.

Estas empresas, según las investigaciones de la Fiscalía de Nueva York, le sirvieron de plataforma para lavar dinero. Fueron la fachada perfecta para presentarse ante la sociedad hondureña como un empresario respetado, un ingeniero industrial que buscó invertir en su país y generar empleo. Así vendió su imagen, sin contar con que sería Devis Leonel Rivera Maradiaga “El Cachiro”, quien empezaría a develar todo el entramado que desde el año 2002, comenzó a montarse en Honduras, para establecer una plataforma que facilitó las operaciones de los carteles. Todo, a cambio de pagos a funcionarios públicos y autoridades dentro de las instituciones de seguridad, que les apoyaron en el trasiego de drogas.

Pero este juicio, relata uno de los investigadores en el caso, es determinante. Si el de Juan Antonio Hernández Alvarado “Tony Hernández”, hermano del Presidente Juan Orlando Hernández, mostró las alianzas que se gestaron no solo con grupos criminales hondureños, sino con los altos mandos del cártel de Sinaloa en México, entre ellos Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera (de quien aseguran varios narcotraficantes le desembolsó sumas millonarias en dólares para las campañas políticas del 2013 y 2017), el juicio de Geovanny Fuentes será demoledor.

No se trata solo de los testimonios, de las historias de los capos hondureños y extranjeros repitiendo lo mismo, dice el investigador. “Hay llamadas interceptadas, correos electrónicos, fotografías, videos y otros testigos que no son de la mafia y que refieren que la protección para sus operaciones vino del alto nivel, porque CC-4 participó en las actividades de drogas. Es evidencia que demuestra no solo con testimonios, que las actividades del narcotráfico salpicaron al alto nivel, al Presidente Hernández”, agrega el investigador.

Por eso, mencionar a Geovanny Fuentes Ramírez en el país es hablar del hombre que tiene “en jaque” a altos funcionarios del Gobierno. Es el hombre a quien muchos militares y policías protegieron, proveyeron armas, indumentaria policial y militar, y a quien ahora temen. Tras bambalinas esperan que sus nombres resuenen en las salas de las Cortes de Nueva York porque se trata de información que comenzó a recopilarse desde hace muchos años atrás.

Fuentes en Honduras

Fue hasta en el año 2015, que se conocieron las primeras denuncias contra Geovanny Daniel Fuentes Ramírez. Las denuncias anónimas y otras, de testigos pidiendo protección, llegaron hasta la Dirección de Lucha Contra el Narcotráfico (DLCN) y agencias de inteligencia, pero según refieren algunos agentes consultados por el CESPAD, no se logró vinculación alguna. “Era muy astuto y no dejaba huella”, dice un agente consultado.

En la Corte de Nueva York comienza el 8 de marzo, el juicio contra Geovanny Fuentes, un hondureño considerado “de poca monta” por las autoridades de Honduras, pero quien para la DEA era pieza clave en las actividades de narcotráfico en este país centroamericano. Foto tomada de CNN.

Sin embargo, en Choloma, Omoa y en San Pedro Sula, varias personas dan testimonio de cómo operó Fuentes: “era el terror de Choloma junto con Sanders. Todos le teníamos miedo”. Esa es solo una de muchas expresiones de quienes compartieron con él y le conocieron. Esas frases muestran que su sola presencia imprimía miedo, que con él “no se jugaba”, afirman.

Lo único que señalan a favor de Fuentes, es que mientras estuvo en estas comunidades “mantuvieron quietas a las maras; nos sentíamos seguros”, coinciden los vecinos. Pero nadie ignora que Geovanny Fuentes “andaba pando”; eso todos lo sabían porque era un secreto a voces. La gente cuenta que lo miraban “codeándose con altos funcionarios y oficiales tanto de la Policía Nacional como de las Fuerzas Armadas, pero nadie se atrevía a ni tan siquiera comentar algo”.

De acuerdo con fuentes de entero crédito, las denuncias que se interpusieron ante la DLCN y las Unidades de Inteligencia, ninguna prosperó. Es decir, si Estados Unidos, con sus agencias antinarcóticos y la Fiscalía de Nueva York, no hubiesen seguido la pista a los hilos que empezó a desenredar “El Cachiro”, en Honduras, Fuentes jamás se hubiese mencionado, oficialmente, en el mundo de la narcoactividad  y mucho menos estaría a punto de iniciarse un juicio en su contra.

Es así como, este 8 de marzo, Geovanny Daniel Fuentes Ramírez, llega al salón de audiencias que se ubica en el 23 piso, en el salón B, de la Corte del Distrito Sur de Nueva York, para comparecer ante el Juez Kevin Castell, el mismo Juez que conoció el proceso de Tony Hernández, y a quién deberá sentenciar el próximo 23 de marzo. Es un Juez que entenderá muy bien, cómo se fue tejiendo el mundo de la criminalidad organizada en la política hondureña y no le será extraño que se confirmen nexos, actividades que ejecutó CC-4, o que se revelen nuevos nombres de funcionarios, policías y militares, porque ya en Nueva York, no es novedad la cooptación que alcanzó la institucionalidad hondureña para ceder espacios a los narcos. Por eso, Fuentes logró contratos con alcaldes, conexiones con diputados para favorecer sus empresas, y lavar dinero ilícito. Pero en Honduras, las autoridades aseguran que ignoraban el alto nivel que Fuentes tenía en el narco.

En el juicio de Fuentes saldrán a luz todas las conexiones no solo internas, sino con grandes capos de Guatemala, Colombia y México, con nombres altamente conocidos en el mundo del hampa. La trama atrapará a los hondureños que estarán ávidos de la información que vía twitter, Facebook, o transmisiones en vivo, harán los periodistas hondureños y estadounidenses que esperan la hora cero.

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