El Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD), presenta el sexto informe de monitoreo de la institucionalidad electoral, con vistas a las elecciones de noviembre 2021, titulado: “Entre la incertidumbre, el boicot y la desconfianza, la institucionalidad electoral garantizó la realización de elecciones transparentes y pacíficas” que registra los eventos del 20 de noviembre al 15 de diciembre de 2021. Este informe sale al público después de realizadas las elecciones generales del 28 de noviembre.
Las elecciones se realizaron en un ambiente cívico y pacífico, con una amplia participación ciudadana, casi el 70% de la ciudadanía apta para ejercer el sufragio. Los resultados favorecieron de manera clara y contundente a, la hoy presidente electa, Iris Xiomara Castro con más del 50% y más de un millón 700 mil votos. Esta participación política electoral masiva de la ciudadanía y el resultado contundente fue una de las claves fundamentales que permitieron tener un contexto pos-electoral pacífico, sin ningún tipo de crisis política.
En el año del Bicentenario, la primera mujer fue electa Presidenta Constitucional de Honduras. Con este resultado electoral se cierran 12 largos años de retrocesos democráticos, de destrucción del Estado de Derecho y de la profundización de la crisis social, cuya principal expresión son los miles de hondureños/as que huyen de Honduras hacia los Estados Unidos, en busca de oportunidades. Pero con estos resultados electorales también se le devolvió la esperanza al pueblo hondureño. La ciudadanía mayoritariamente votó en castigo y rechazo a un grupo político, que desde el Partido Nacional, construyó un régimen político corrupto y nefasto, pero también votó por un cambio democrático. Estos resultados electorales han abierto la expectativa de una nueva época política, la de la reconstrucción del Estado de Derecho, la de reconstruir y profundizar la democracia y la de empezar a abordar los problemas nacionales fundamentales con compromiso, participación e inclusión.
De manera general, se desarrolló un proceso electoral limpio y transparente. Pero no se puede desconocer que persisten algunos problemas, como las evidencias de fraude en el nivel electivo de las diputaciones. En este nivel se impugnaron actas por presentar inconsistencias, irregularidades y adulteraciones, de lo cual se responsabilizó a una red criminal, ligada al Partido Nacional, que actúa al interior del CNE. Para la democracia hondureña es de suma importancia que este tipo de delitos electorales no queden en la impunidad. En este tema la responsabilidad principal recae en el Ministerio Público.
A pesar de lo anterior, abriéndose paso entre la incertidumbre, el boicot y la desconfianza, la institucionalidad electoral garantizó la realización de las elecciones, cuyos resultados abren una nueva época política en Honduras. A continuación se presentan los hechos relevantes relacionados con la institucionalidad electoral, un análisis de los mismos y algunas recomendaciones.
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