Por Nancy García
Llegaron temprano desde sus comunidades para iniciar la jornada a tiempo y salir a una hora en que las lluvias no impidan su regreso a casa. Se van acercando y saludando, al tiempo que hacen fila para anotarse y dar inicio al taller: «Participación política de la mujer y su importancia en los movimientos territoriales- sociales», realizado en el Centro Comunal Rincón del Buey, departamento de Copán, occidente de Honduras.
Son mujeres de distintas edades. Algunas amamantan a sus hijos e hijas. Son más de treinta y forman un círculo para escucharse y aprender en colectividad sobre participación en la política.
La facilitadora es Bessy Ávila, una joven mujer que comienza la jornada pidiendo a las participantes que den su nombre y cuenten sobre desde cuál comunidad se movilizaron para asistir al taller. La mayoría coinciden en que son del Florido, otras del Rincón del Buey y pocas de la Comunidad la Laguna.
Afuera del círculo que formaron estas mujeres, quedaron dos sillas ubicadas en la entrada del salón. En ellas estaban sentadas las mujeres encargadas del aseo, quienes desde lo lejos escuchaban, observaban y se convirtieron en parte del taller.
«Estamos haciendo política porque estamos incidiendo»
Para entrar en materia se le entregó un papel a cada participante. La mitad del grupo se encargó de definir ¿qué es política? y la otra parte ¿qué es cultura?
«Casi todo lo mismo que la tradición, lo mismo que uno práctica en las comunidades. Son las cosmovisiones, los ritos que hace el pueblo, cada etnia. Depende del vestuario, la vestimenta que se utiliza, los juegos tradicionales, bailes«, aseguraron, refiriéndose a la cultura.
Para la otra mitad del grupo, la política se ha construido bajo los sinónimos de propaganda, falsas promesas y el accionar de los partidos políticos tradicionales, encabezados por hombres. Concluyeron en que esa misma visión de la política tradicional, invisibiliza a las mujeres, pese a que también son sujetas políticas.
«La política depende de nuestra cosmovisión, de cómo trabajamos nuestras tradiciones y costumbres. La cultura es una forma de expresarnos. Tenemos que tener una política que responda a la cultura de las mujeres Mayas Chortí«, reafirmó Ávila.
“¿Estamos haciendo política?, ¿qué es la cultura política?, ¿cómo construimos una cultura política?”, fueron algunos conceptos que también se sometieron a discusión en esta etapa del encuentro.
Para contestar a las interrogantes, la facilitadora remarcó que las mujeres mayas están haciendo política desde el momento en que están incidiendo en los diversos espacios en sus comunidades. Asimismo, cuando forman parte de debates y consensos en talleres o construyen conceptos desde sus distintas realidades.
“Tenemos que saber que existen tres tipos de cultura política. La cultura política parroquial, la cultura política de súbdito y la cultura política de participación. Y en esta última están ustedes. La política no sólo la desarrolla una persona, es saber escuchar a la comunidad”, aseguró Ávila.
“No nos sentimos representadas”
En medio de esa discusión, las mujeres sostuvieron que no se sienten representadas con la forma en que se hace política en Honduras. “No nos sentimos representadas. Las mujeres somos triplemente discriminadas. Una por ser mujer, dos por ser mujer maya y tres, por ser pobre. No se respetan nuestras creencias”, afirmaron.
Y es que, a partir de esa forma de concebir la política muy ligada a la corrupción, al robo, al saqueo y la manipulación, las mujeres han destacado que están en un proceso de construcción de una nueva política en la cual la participación de las mujeres se valore igual que la de los hombres. “La política no solo la hacen los hombres, pero la participación de las mujeres sigue siendo desigual”.
Para las participantes, la elección de Xiomara Castro Sarmiento, como la primera presidenta de Honduras, representa un avance para la lucha de las organizaciones feministas y de las mujeres en general. Por eso, las participantes esperan que se cumplan los compromisos expuestos en campaña electoral. “No queremos ser mal burladas y que saquen adelante todos los compromisos que tienen con nosotras. Nosotras tenemos que hacer una política con más ternura, desde la solidaridad y para transformar la realidad de las mujeres”.
Participación de la mujer era nula
En la parte final de la jornada, las participantes escucharon sobre el aporte a la historia de Honduras de mujeres como Lucila Gamero de Medina, Paca Navas, Clementina Suarez, la coronela Suzana revolución, las integrantes de la Sociedad de Cultura Femenina, entre otras.
Ávila dijo en esta etapa del taller que la participación de las mujeres ha sido nula y aunque las pioneras en empujar por cambios fueron mujeres que tenían una posición económica privilegiada, con el paso de los años y el avance de los feminismos, las mujeres en los territorios han asumido una lucha frontal contra un sistema que privilegia el despojo de los bienes comunes, la migración masiva, el clasismo, el asesinato a lideresas y la discriminación acelerada que nace y se reproduce desde los medios masivos de comunicación.
En medio de una variedad importante de luchas, las mujeres colocaron los nombres de las organizaciones que trabajan a favor de la defensa de sus derechos, en sus comunidades y realidades.
Entre esas organizaciones y el trabajo de las mujeres que destacan por su aporte, nombraron a Berta Cáceres, Miriam Miranda, Magdalena Morales, Rode Murcia, Margarita Murillo, y las mujeres que integran la Red de Defensoras de Derechos Humanos, el Foro de Mujeres por la Vida y muchas otras con las que se encuentran y luchan en otros espacios.
“A veces, cuando una lee libros de mujeres piensa cómo nos hubiéramos dado cuenta de la vida de esas mujeres si no hubieran hecho un libro. Mujeres campesinas como Margarita Murillo, asesinada, o María Luisa que ha hecho montones de cosas, tienen que quedar en estas memorias. Tenemos que hacer un alto para escribir nuestras memorias porque no estamos permitiendo la construcción de lo que hemos venido haciendo”.
Las mujeres mayas agradecieron y honraron la memoria de las ancestras. También se animaron a continuar participando en distintos espacios de formación, ser sujetas políticas, convertirse en volcanes que erupcionan cuando cuentan sus historias o cuando aparecen nuevas formas de hacer política.