Presentación
Honduras celebrará el domingo 9 de marzo de 2025 elecciones primarias e internas en sus tres principales partidos políticos: el Liberal, Nacional y LIBRE. Esta será la primera ocasión en que estas elecciones se realicen bajo la regulación de la nueva Ley Electoral del 2021, aprobada mediante el Decreto Legislativo # 35-2021.
Esto representa un gran desafío: garantizar la transmisión de resultados preliminares (TREP) para los tres niveles de elección en juego: presidencial, legislativo y gobiernos municipales. Además, se busca la implementación de la identificación digital, conocida como biometría, tentativamente. Con ambos mecanismos, se espera reducir los riesgos del fraude electoral. Sin embargo, asistimos a un proceso que aún enfrenta varios pendientes, en especial en lo que respecta a las reformas a la ley electoral, como la segunda vuelta, la separación de elecciones por niveles, la participación ciudadana en las mesas de votación y la depuración de las precandidaturas primarias.
El último punto merece una atención especial, considerando que Honduras tiene un historial preocupante: un expresidente, un ex ministro de seguridad, varios ex diputados y varios ex alcaldes han sido procesados y condenados por tribunales de justicia en Estados Unidos por delitos como el narcotráfico y otros relacionados con el financiamiento ilícito de campañas electorales. A pesar de esta situación alarmante, el sistema político del país ha mostrado una notable renuencia y falta de voluntad política para implementar mecanismos que establezcan filtros para los precandidatos y precandidatas vinculados a actos de corrupción y criminalidad organizada.
En las elecciones primarias se elegirán un total de 3,065 cargos: la presidencia de la República (1), 128 diputados, 298 alcaldes y 2,168 regidores. En esta competencia participarán aproximadamente 40,000 pre candidatos y candidatas[1]. En total competirán 15 movimientos, en el Partido Liberal: “Juntos por el cambio”, “Recuperar Honduras”, “Todos por Honduras” y “Vamos por Honduras”; en el Partido Nacional “Avanza por la justicia y la unidad”, “Papi a la orden”, “Renovación Unidad Nacionalista” y “Rescate y Transformación”. Y Por el Partido Libre: “Fuerza de Refundación Popular”, “M28 poder para vos”, “Movimiento de Esperanza Libre”, “Movimiento Renovación Nuevas Alternativas”, “Nueva Corriente”, “Pueblo Organizado en Resistencia” y “Somos+”[2].
Por otro lado, en un contexto internacional marcado por el desencanto y la desconfianza hacia la democracia, las elecciones hondureñas adquieren una relevancia particular en la región latinoamericana. El principal desafío del país es garantizar que estas elecciones sean transparentes, democráticas, auténticas y pacíficas. Esto implica la realización de una jornada electoral ejemplar, cuyos resultados sean reconocidos y aceptados por las fuerzas políticas en contienda.
Una forma efectiva de verificar este supuesto es basarnos en estándares internacionales validados por organismos de observación electoral. Entre estos, hay cinco estándares clave[3] que son fundamentales:
- La existencia de una autoridad electoral (CNE) que actúa de manera independiente, responsable y eficaz.
- La plena vigencia de las libertades democráticas básicas: la libertad de expresión, de asociación, de reunión y circulación.
- El libre desarrollo de las campañas electorales de los diferentes partidos políticos, sin obstáculos para el ejercicio de sus derechos ciudadanos.
- La amplia información al electorado sobre sus derechos ciudadanos, mediante campañas de educación cívica y electoral.
- La existencia de un ambiente libre de violencia, sin intimidación y amenazas para los diferentes partidos políticos participantes y sus candidatos y candidatas.
Considerando estos estándares internacionales, para el CESPAD es de profunda preocupación la vigencia del estado de excepción porque es incompatible con la vigencia y el respeto de las libertades democráticas básicas, sin las que no es posible asegurar que las elecciones sean realmente transparentes, auténticas y pacíficas. Además, el estado de excepción, en todo caso, puede ser utilizado por algunos partidos políticos como argumento para cuestionar los resultados electorales.
Las elecciones primarias e internas son el primer paso hacia la realización de las elecciones generales, en noviembre de 2025, por eso, asegurar su normal desarrollo es esencial para mantener y fortalecer la vigencia del régimen democrático y la alternancia en el poder político.
Descargue PDF aquí:Boletín Especial CESPAD
[1] https://www.laprensa.hn/honduras/de-30000-a-40000-precandidatos-participaran-en-las-elecciones-primarias-IK22394963
[2]https://www.laprensa.hn/honduras/honduras-politica-cne-aprobacion-inscripcion-15-movimientos-internos-elecciones-primarias-2025-BK23297688
[3] Con base en Manual de Observación Electoral de la UE. https://www.eods.eu/library/Manual_de_observacion_electoral_de_la_UE_2016.pdf
