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Un nuevo crimen se registró en la comunidad de Guapinol. El Comité Municipal de Bienes Comunes de Tocoa, departamento de Colón, Honduras, lamentó el crimen de Oquelí Domínguez, quien fue asesinado en su casa de habitación (10:30 a.m.) después de que varios sicarios, conduciéndose en motocicleta, le dispararon con armas de grueso calibre. Durante el ataque también fue herida su madre, Catalina Ramos, quien fue trasladada a un centro hospitalario porque recibió varios impactos de bala en su cuerpo.
Al crimen de Oquelí Domínguez le antecede el asesinato de su hermano Aly, quien fue atacado, también por sicarios, el 7 de enero del 2023, en una comunidad cercana a Guapinol. Ambos eran hermanos de Reynaldo Domínguez, un destacado líder y defensor, reconocido internacionalmente por su incansable defensoría del agua, el bosque y la tierra de su comunidad.
Oquelí Domínguez tenía 42 años de edad y era un miembro activo del patronato de la comunidad de Guapinol. Oquelí y Aly son dos de los diez hijos que procreó Catalina Ramos, a quienes ha visto morir sin que el Estado de Honduras haya podido proteger sus vidas, en un contexto complejo para el liderazgo social que, en este año, ha dejado como saldo el asesinato de diez personas, producto de su labor de defensoría de los bienes comunes de la naturaleza.
“El agua nos está costando vidas, nos está costando sangre”, dijo Reynaldo Domínguez en una entrevista realizada por el CESPAD después del asesinato de su hermano Aly, en el mes de enero. Sin embargo, la muerte de Oquelí pone en mayor peligro la vida de Reynaldo porque al igual que sus hermanos, ha sido hostigado y criminalizado por protestar en contra de la instalación de la empresa minera “Los Pinares”.
“Los defensores somos criminalizados y perseguidos por el Estado, amenazados, estigmatizados y asesinados por las empresas en confabulación con la seguridad Pública. Indefensos por un Estado ausente en protección y con toda impunidad sin Justicia para las víctimas”, dijo al ser consultado otro de los defensores de Guapinol.
El CESPAD lamenta que Honduras continúe siendo uno de los países más peligrosos para la defensoría de los bienes comunes, y por eso demanda:
- Al Gobierno de Xiomara Castro, la intervención urgente en un problema que podría cobrar la vida de más defensores de Guapinol, la existencia de un eficaz mecanismo de protección de los derechos humanos es la gran diferencia entre la vida y la muerte de los y las defensoras del ambiente y la tierra.
- Al Ministerio Público, iniciar una pronta investigación que identifique a los autores intelectuales y materiales de los crímenes contra la familia Domínguez.
Tegucigalpa M.D.C. 15 de junio de 2023.
