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El Centro de Estudios para la Democracia (Cespad) con apoyo de Oxfam América, hizo pública la investigación intitulada “La concesión de petróleo en La Mosquitia hondureña. Una actualización desde el enfoque del respeto de la consulta a las comunidades y los derechos humanos”.
El documento, que tiene como objetivo generar evidencia académica que promueva el debate público en torno a los contratos de concesión para la exploración petrolera en la costa atlántica de Honduras, identifica los riesgos y oportunidades desde una perspectiva de justicia ambiental y ecológica, el respeto de los derechos humanos y el derecho de autodeterminación de los pueblos.
Más en específico, este documento brinda una actualización sobre el estado de la concesión para la exploración y eventual explotación petrolera en la plataforma marítima continental, en las costas y en la zona económica de La Mosquitia hondureña, en el departamento de Gracias a Dios.
Asimismo, recoge, como aspecto trascendental, la versión de diversas comunidades de La Mosquitia, sobre la concesión para la exploración petrolera. Estas opiniones fueron obtenidas mediante la utilización de herramientas de recolección de información (grupos focales y entrevistas en profundidad) que les fueron aplicados a los habitantes de comunidades pertenecientes a los Concejos Territoriales de Katainasta, Lainasta, Auhya– Yari, Finzmos, entre otras comunidades ubicadas en Puerto Lempira, capital del departamento de Gracias a Dios.
En términos generales, dos preocupaciones fundamentales se reflejan en esta investigación. La primera, desde el inicio de la concesión, no ha habido un adecuado proceso de consulta que se ajuste a los estándares internacionales de derechos humanos, tomando en cuenta que este tipo de procesos deben ser previos, libres e informados.
De acuerdo con la dirigencia de Muskitia Asla Tawanka (MASTA), la máxima organización del pueblo Misquito (Unidad de La Mosquitia en español), fundada en 1976, lo que ha habido alrededor de la concesión son procesos espurios de socialización que han dado paso a la toma de decisiones en espacios que los ha dejado al margen.
No menos importante, de acuerdo con las comunidades, otro problema trascendental es que el proceso de concesión (desde que comenzó hasta la etapa actual), no ha sido lo suficientemente transparente.
Esto preocupa porque la eventual concesión para la explotación podría colocar en peligro sus medios de subsistencia, habida cuenta se desconoce documentación fehaciente sobre los impactos que podrían generarse en la biodiversidad y los ecosistemas de la zona y en la pesca submarina, la actividad económica central de los habitantes de La Mosquitia.
Por otro lado, las comunidades misquitas reclaman información sobre los impactos sociales y culturales de las comunidades asentadas en la costa, ante la posible llegada de colonos o terceros, como llaman a las personas ajenas a su grupo originario. Los colonos invaden sus propiedades y, en otros casos, aprovechándose de sus necesidades y de las barreras del idioma los despojan de sus bienes, arrastrando con ello, además, el deterioro social hacia las costumbres y tradiciones de las comunidades.
Es importante destacar que hasta el momento hay poca información oficial y pública, relacionada con los avances en la concesión de exploración y eventual concesión para la explotación petrolera. El gobierno de Xiomara Castro tiene en sus manos la determinación sobre si continúa el proceso y se avanza hacia la fase de explotación, en medio de la falta de claridad sobre la participación y cesión del contrato a tres empresas que están involucradas en esta cuestionada concesión.
Para el Cespad, la actualización de esta temática es un aporte más para el debate, las discusiones y una oportunidad para el fomento de la práctica de rendición de cuentas por parte de quienes están obligados (por su función o cargo) a incrementar los niveles de transparencia en beneficio de los pueblos directamente interesados y protegidos por convenios internacionales.
