Escrito por: Nancy García
Bajo el intenso sol, pero con el reconocimiento de la naturaleza como sujeto político y el sueño de obtener justicia para quienes han partido de este mundo defendiendo los recursos naturales, Casa Presidencial fue el escenario en el cual la Red Centroamericana por el Acuerdo de Escazú le exigió a la presidenta Xiomara Castro, la pronta firma y la adhesión del Gobierno de Honduras a un Acuerdo que es tan vital como el agua, a la vida misma de los seres humanos.
Para la Red Centroamericana, es urgente que Castro firme el Acuerdo Regional sobre el Acceso a la Información, la Participación Pública y el Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, conocido popularmente como Acuerdo de Escazú.
Por eso, ante un tema indiferente para el Gobierno hondureño, la Red Centroamericana decidió caminar sobre las calles de Tegucigalpa. Sus integrantes se prepararon con banderas y gorras (algunas moradas, otras verdes, anaranjadas y negras) que formaron un abanico hermoso de colores.
En el transcurso hubo quienes se tomaron unos segundos para grabar vídeo con la consigna: ¡Escazú, ahora más que nunca!
Mientras, en la calle hubo de todo. Los rostros de los transeúntes reflejaban la inconformidad por el atraso: condujeron, sonaron sus bocinas para intentar avanzar y, de cierta manera, ignoraron la movilización.
Otras personas que conducían, más curiosas, se detuvieron y consultaron el porqué de la caminata; al darse cuenta que se trataba de la lucha por la protección del ambiente y el cuidado de las personas defensoras de los ríos y territorios, continúan su andar, desatendiendo la respuesta sin dimensionar la problemática de fondo.
La Red Centroamericana por Escazú, avanzó con los carteles en mano y las consignas tomaron fuerza y significado. Al unísono se escuchó: ¡Alerta, alerta que camina el Acuerdo de Escazú por América Latina! ¡Señor y señora no sea indiferente, matan a defensores en la cara de la gente!
A Castro: ¡Que salga y reciba al pueblo que la escogió!
Fue un recorrido de 35 minutos. Al finalizar, la Red Centroamericana se plantó frente a Casa Presidencial. Allí, los policías cerraron el paso de la entrada principal, mientras, curiosamente, una sombra oscura emanada del cielo se posó sobre el lugar.
Las voces hicieron eco invitando a la presidenta Castro a salir y recibir las propuestas de la Red. “Que salga y reciba al pueblo que la escogió”, “que salga y reciba a la comitiva de los países”, exclamaban.
Los defensores y defensoras del territorio, y los acompañantes de otras regiones compartieron micrófono para denunciar la situación que enfrentan las personas defensoras en el interior del país, debido a la imposición del modelo extractivista, las pocas acciones de los gobiernos frente a la problemática ambiental y la complicidad con el sector empresarial.
En su intervención, Pedro Landa, uno de los fundadores de la Red Hondureña por Escazú, enfatizó que la defensa del ambiente es el compromiso más importante que el ser humano debe tener.
“Todos y todas miramos y sufrimos la consecuencia del medio ambiente. Sería una acción reprochable para este gobierno, que se denomina democrático, que no asuma la responsabilidad. La presidenta tiene un compromiso con el pueblo hondureño y la comunidad internacional. No estamos pidiendo que nos condone penas como la ley de amnistía, estamos pidiendo que se nos garantice nuestros derechos fundamentales. Necesitamos justicia y el Acuerdo de Escazú sea una realidad”, señaló.
Por su parte, las juventudes organizadas por el Acuerdo también tomaron la palabra y expresaron sus sentires. “Estamos acá, reunidos para firmar el Acuerdo y que por favor no exista más violencia contra las defensoras porque la tierra es de todos y acá crecimos en este espacio tan armonioso, pero los gobiernos están siendo muy corruptos”, resaltaron.
Un manifiesto para la madre tierra
Distintas voces le dieron lectura al Manifiesto Colectivo en el marco del 2do Encuentro Centroamericano por Escazú. “Estamos aquí como Red centroamericana por Escazú defendiendo la madre tierra, elevando la voz para que se respete la identidad y la diversidad colectiva de quienes habitamos los territorios, para que la justicia se aplique de manera imparcial y a favor del respeto a los bienes comunes de la naturaleza”, detalla su contenido.
El manifiesto apela a la conciencia de las personas tomadoras de decisiones y llama a detener el modelo extractivista que están promoviendo los grandes capitales transnacionales que abogan por un consumismo desmedido.
“El Acuerdo de Escazú, promete ser una herramienta para transparentar las acciones del Estado, beneficiando a todas las partes que componen al mismo, y aportando a la generación de un contexto de país menos violento, tan necesario en una región abatida por proyectos nefastos como la minería en Guapinol en Honduras, la hidroeléctrica Oxec en Guatemala, el Canal Interoceánico en Nicaragua, la reciente Ley General de Recursos Hídricos en El Salvador, el proyecto minero Las Crucitas en Costa Rica y la Central Hidroeléctrica en Barro Blanco, Panamá”, resalta.
Del mismo modo que denuncia el modelo depredador del ambiente, exhorta al sistema judicial a frenar la criminalización, encarcelamiento de defensores y defensoras ambientales en la región Centroamericana y exige la investigación de asesinatos para reducir la impunidad.
De acuerdo con las recomendaciones preliminares de la visita in loco de la Comisión Interamericana de Derechos (CIDH), en los casos contra personas defensoras, la cifra de impunidad superaría el 90% y Honduras se coloca como uno de los países más peligrosos en el mundo para la defensa de los derechos humanos.
Sin respuesta estatal
Para que la comitiva de la Red Centroamericana pudiera ingresar a Casa Presidencial, se vio condicionada por las autoridades, primero, al retiro de las mantas y después al retiro de las personas protestantes de la entrada principal y sus alrededores.
Pese a las condiciones impuestas y luego dos horas de espera, la comitiva conformada por Rode Murcia, de la Coalición Ambientalista de Copán; Juana Zúñiga, del Comité Municipal por la Defensa de los Bienes Comunes y Públicos de Tocoa; Pedro Landa, de la Red Hondureña por Escazú; Christopher Castillo, de la Alternativa de Reivindicación Comunitaria y Ambientalista de Honduras (ARCAH), y Marta Crespo, de la Organización Medioambiental Salvemos al Río Danto de Atlántida, ingresó a Casa Presidencial.
La esperanza se afincó en ser recibidos por la presidenta o alguno de los funcionarios cercanos y de alto rango. Sin embargo, la asistente de uno de los despachos fue quien los atendió y les brindó información y lineamientos que el grupo ya conocía.
En su campaña política y en el Plan de Gobierno para Refundar Honduras, Xiomara Castro estableció una alternativa al modelo económico actual; la protección del medio ambiente y la implementación de una Política Integral de Protección a las personas Defensoras de Derechos Humanos.
Sin embargo, contrario a las promesas, así concluyó la actividad de la Red Centroamericana por Escazú, el grupo más importante en el país que lucha para que en Honduras se firme un Acuerdo que fomentará, entre otros aspectos, el respeto del derecho de las comunidades a decidir sobre el manejo de sus recursos naturales; el derecho a la información y el respeto de la vida de quienes defienden sus ríos, tierra y territorios.