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La corrupción: así violenta derechos y arrebata sueños de las mujeres Mayas en Honduras

Por: Nancy García

Entre el asomo y la distancia, el sol se fue acercando poco a poco. Deseaba salir, pero un viento gélido que competía con sus rayos se atravesó. Y en medio de esa hermosa competencia de la naturaleza, diversas mujeres del pueblo Maya esperaban el inicio del foro “Papel de las organizaciones de sociedad civil en la lucha contra la corrupción en Honduras”, un espacio para analizar cómo este flagelo social afecta sus vidas.

El Centro Comunal llamado “Rincón del Buey”, fue el escenario en el que convergieron mujeres de diferentes comunidades, acompañadas de sus sueños, anhelos y una desmedida sed de justicia. Ese deseo las llevó a organizarse, tiempo atrás, en la Red de Mujeres de Copán Ruinas y en la Red Municipal de Jóvenes de Copán Ruinas, por eso aceptaron participar en este espacio, para seguir aprendiendo del fenómeno de la corrupción en Honduras.

No llegaron solas, cargaban en brazos y en sus vientres a sus pequeños retoños, como reclamando y exigiendo un cese a la impunidad en el país para que no se continúe persiguiendo, criminalizando y empobreciendo a las mujeres, en especial a las mujeres Mayas.

Antes de comenzar el foro decidieron tomar café con pan francés, un pan preparado con harina, levadura, manteca, poca azúcar, hecho en horno artesanal y así escuchar, aprender y debatir en torno a la corrupción que golpea al país.

“Los pobres no pueden robar esa cantidad de dinero”

El evento inició con la participación de Lucía Vijil, integrante del Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD), y quien proyectó tres vídeos que contienen el testimonio de mujeres campesinas del departamento de La Paz, que forman parte de los grupos vulnerables que se utilizaron como excusa para sustraer del erario del Estado, unos 12 millones de lempiras de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), entre los años 2010 y el 2014.

Pandora es el caso de corrupción emblemático al que se refiere Vijil, y que judicializó la extinta misión de Apoyo contra la Corrupción e Impunidad (MACCIH), en el que se involucró a decenas de ex funcionarios públicos, diputados, personas particulares y empresas, que desfalcaron al país a través de la firma de varios convenios entre la SAG y las Fundaciones Dibattista y Todos Somos Honduras. Ese dinero estaba destinado, en teoría, a programas sociales, apoyo a jóvenes y a las mujeres campesinas y del área rural, como las que integraron este foro.

Lucía Vijil, analista del CESPAD, en su ponencia. Foto: Nancy García/CESPAD.
Lucía Vijil, analista del CESPAD, en su ponencia. Foto: Nancy García/CESPAD.

“¿Se parece mucho a las realidades de nosotras?, pudo haber sido cualquiera de nosotras; la misma exclusión, la misma pobreza”, comenzó diciendo Vijil, quien agregó al terminar la proyección de las imágenes, ¿se ven reflejadas y reflejados en estos vídeos? 

Al obtener una respuesta afirmativa de las personas participantes, la disertante enfatizó en varios elementos con los que se fortalece la corrupción.

Son personas ricas. Los pobres no pueden robar esas cantidades de dinero ¿si el pobre se roba una gallina a dónde va a parar? A la cárcel. Si quieren agarrar tierras y están desplazando al terrateniente, para las personas pobres hay una acusación pronta. Está gente es capaz porque son ricos de robar millones y quedar libres”, subrayó.

En el foro se reforzaron ideas sobre cómo la corrupción está íntimamente ligada con quienes ostentan el poder e integran las élites económicas y política, por eso la insistente necesidad de su involucramiento en las instituciones del Estado, porque esos espacios les permite mantenerse bajo el manto de la impunidad. “Los ricos se atreven a robar porque son parte de la impunidad”.

Corrupción y derechos humanos

Como un segundo punto, en el foro se abordó el papel de las instituciones del Estado en la corrupción, y cómo afecta a la ciudadanía en la violación sistemática de sus derechos humanos y en el debilitamiento del sistema democrático del país.

Y un tercer elemento que se puntualizó es la impunidad. “Hay un círculo de impunidad. Las personas se atreven a robarle al Estado y por ende nos roban a nosotras”, destacó Vijil. Esta impunidad se ve relaciona con el riesgo que enfrenta la población que decide denunciar actos de corrupción. “Denunciar la corrupción presenta un riesgo y debe pensarlo dos veces. Visibilizarla es una acción ciudadana. Los funcionarios están para responder a nuestras demandas y exigencias; cuando uno acapara más el otro pierde”, dijo.

Las mujeres de Copán Ruinas se hicieron presentes. Foto: Nancy García/CESPAD.

Vijil finalizó su participación, exhortando a las organizaciones a reconocer el impacto de la corrupción en sus comunidades y mantener una participación activa para que la impunidad no les arrebate la salud, la educación, la alimentación, los bienes comunes y el derecho a vivir dignamente, sin cooptar a la juventud para las maras, pandillas y narcotráfico.

Las mujeres de Copán en su lucha contra la corrupción 

Mujeres de estatura mediana, altas, con voces suaves, roncas, agudas, la mayoría de tez morena, cabellos lisos, sonrisas nobles y luchas evidentes, son las que integran la Red de Mujeres de Copán Ruinas. Entre sus miradas nobles se observa los años de lucha por los derechos de las mujeres Mayas.

Las capacitaciones, indagar en las necesidades que tienen las mujeres de las distintas comunidades, la violencia, la inseguridad, la falta de aplicación de proyectos con enfoque de género en las municipalidades, son algunos de los puntos que ocupan a la Red de Mujeres de Copán y que las convoca a seguir luchando contra la violencia que sufren las mujeres Maya.

Dentro de esa violencia, destacan que el gobierno central reconoce las Juntas conformadas en los municipios, una situación que ha generado molestias con la actual Corporación Municipal, y una exclusión de la Junta que actualmente conforman las mujeres de su Red. Para las mujeres, el formar parte de la Junta no está condicionado a una legalidad porque se cuenta con la legitimidad de quienes nombran as mujeres que las integran.

Por eso, para Rode Murcia, integrante de la Coalición Ambientalista de Copán y Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas y Negras (CONAMIN), la exclusión de las mujeres Mayas es parte de la corrupción que impacta negativamente en sus vidas. “A nosotras nunca se nos toma en cuenta para ninguna ejecución de ningún presupuesto nacional, mucho menos municipal. Y cuando queremos levantar la voz y exigir, tratan de callarnos y discriminarnos y en muchas ocasiones nos difaman”, destacó Murcia.

Rode Murcia, integrante de la Coalición Ambientalista de Copán. Foto: Nancy García/CESPAD.

Según las mujeres Mayas, la exclusión de la que son víctimas forma parte de la corrupción en el manejo del 5% de las transferencias municipales para las Oficinas Municipales de las Mujeres (OMM), y obstaculiza su trabajo por generar proyectos que favorezcan a las mujeres de la zona. Parte de su trabajo político, es luchar porque las mujeres conozcan la importancia de este presupuesto que está destinado a proyectos para prevenir la violencia, fortalezcan la autonomía económica, exista participación equitativa e igualitaria en los espacios políticos y garantizado el derecho a la salud.

En ese sentido, Mary Manchamé de la Red Municipal de Jóvenes de Copán Ruinas, considera que el desconocer los derechos limita el quehacer político y, por lo tanto, las exigencias para su garantía. “Se nos están violentando nuestros derechos por el desconocimiento. No estamos siendo tomadas en cuenta porque el presupuesto está siendo utilizado en otras actividades. De esta manera no podemos pelear por nuestros derechos y va creciendo la corrupción por la falta de conocimiento de nosotras mismas”, recalcó.

En la lucha por combatir la corrupción, las mujeres Mayas han organizado a 28 comunidades, en medio del desconocimiento de estas estructuras, por parte del alcalde. Este desconocimiento les ha permitido visualizar el impacto de la corrupción e indicar que desde el momento que no se levanta la voz se es participe de la misma.

Esa corrupción ha sido notoria para la Red de Mujeres, cuando han exigido rendición de cuentas del cinco por ciento, y se han enterado que los fondos fueron utilizados para la compra de ataúdes, canastas navideñas y otras actividades que no generan fortalecimiento ni trabajo para las mujeres. ¿A cuánta llegaron proyectos a nuestros hogares?, se preguntan y a la vez ríen con tristeza al reconocer que solo en momentos de campañas electorales se ejecutaron los fondos.

Parte de la corrupción, es el simple hecho de no tomarte en cuenta para una ejecución de un fondo, no darte los resultados que se suponen algunos proyectos que han venido a la municipalidad y que son enfocados hacía la mujer. Nunca se nos toman en cuenta para nada de eso, mucho menos para rendición de cuenta”, enfatizó Murcia.

Entre ellas mismas se instan a conocer la ley, presentar proyectos y permanecer unidas para el cabildo abierto. “La ley establece que las mujeres pueden presentar proyectos y utilizar el cinco por ciento del presupuesto municipal”, destacaron las mujeres Mayas en el foro.

Murcia agregó que las mujeres Mayas organizadas están proponiendo la creación de una Unidad para el respaldo y garantía de la ejecución del cinco por ciento que llega a la municipalidad. “Nosotras queremos saber en qué se invierte el dinero. “Ser tomadas en cuenta para cuando se arme un plan de trabajo, para la elaboración, así como para la rendición de cuenta y nosotras saber en que fue invertido ese dinero”, puntualizó.

La corrupción no excluye a la juventud 

Danilo Espino es integrante de la Coalición Ambientalista de Copán. En su participación en el foro, apuntó que las desigualdades que vive la población hondureña, en especial los pueblos originarios, se deben al flagelo de la corrupción y la impunidad que impera en las instituciones encargadas de impartir justicia y por esa impunidad se afectan los derechos universales de la juventud.

Espino ejemplificó la corrupción a través de los casos que ha presentado el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), y la poca investigación e interés de las autoridades por enjuiciar a los y las responsables. “La justicia sigue ciega”, enfatizó.

Danilo Espino, ponente en el foro e integrante de la Coalición Ambientalista de Copán. Foto: Nancy García/CESPAD.

Para Danilo, la corrupción genera desigualdad social y eso se refleja en la falta de acceso y garantía de derechos como el derecho a la salud, a la educación, vivienda y en las oportunidades que se brindan para la población marginada. “Venimos al Centro de Salud y ellos van a las mejores clínicas y seguimos con remedios caseros que son buenos. Sus hijos están en las mejores escuelas y nosotros en la pública”, destacó Danilo.

Las consecuencias de la corrupción desmedida que han vivido en carne propia, les ha permitido identificar el modo de operar de quienes les han gobernado. De allí que en el Foro se destacó que cuando la ciudadanía empobrecida reclama derechos, se les entrega dádivas como bolsas solidarias, eco fogones y cualquier regalía para comprar el silencio y adormecer la lucha por los derechos.

En pandemia la que quería vender tortillas en las calles no podía, pero los supermercados sí. El impacto, acá nadie se murió de COVID; tomamos chicha, vinagre, pero nos cuidamos, pero la corrupción en la juventud impacta cuando no tenemos acceso a los derechos”, apuntó.

En su mensaje final, Danilo instó a la juventud a despertar y seguir manteniendo viva la esperanza de construir un futuro sin corrupción y con deseos de rescatar el país de la profundidad desigualdad que se vive.

Mientras el gobierno de Xiomara Castro se prepara para firmar un convenio con la Organización de Naciones Unidas (ONU), para combatir la impunidad, las mujeres Mayas siguen exigiendo que el cinco por ciento de las transferencias municipales se trabaje con ellas, las principales conocedoras de la realidad y la desigualdad que les impone el sistema.

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