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Ley ZEDE derogada: narrativas y contranarrativas

Escrito por: Lucía Vijil Saybe

La derogación de la ley que mantenía vigente el proyecto de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), culminó un ciclo completo de jornadas de información, incidencia y movilización ciudadana. Sin embargo, a más de 5 meses de su supresión, las exigencias de las empresas que continúan posicionando el tema y, en la actualidad, las voces de congresistas y funcionarios estadounidenses, pretenden legitimar una narrativa y acciones que van en contra de la voluntad popular.

¿Qué pasó con las ZEDE?

“En este primer mes de legislatura se deben desmontar las aberrantes reformas constitucionales y legales con contratos del Poder Ejecutivo avalados ilegalmente por el Congreso Nacional que violentan la soberanía popular como las ZEDE”, fueron las palabras de la presidenta Xiomara Castro en su toma de posesión. A pesar de los rumores sobre la negociación de los contratos de las tres ZEDE instaladas en el país (Próspera, Ciudad Morazán y Orquídea), el 20 de abril del 2022, el Congreso Nacional derogó la Ley Orgánica de las ZEDE (120 -2013) por unanimidad de votos.

Cinco días después, Castro también sancionó la derogación de la Ley Orgánica de las ZEDE y dos decretos más: el primero, el Decreto No. 368-2013, referente al nombramiento de 21 miembros del Comité para la Adopción de Mejores Prácticas. El segundo, el Decreto No. 153-2013, una normativa relativa a un programa de promoción de las ZEDE, en coordinación con la Comisión para la Promoción de la Alianza Público-Privada (COALIANZA).

Luego de la abolición, el Comisionado Presidencial para la Derogación de las Zonas Especiales de Desarrollo Económico afirmó que: “En la actualidad, las empresas establecidas en las ZEDE perfectamente pueden acogerse en los regímenes especiales que existen y están vigentes en el país, porque es innegociable todo lo que tenga que ver con soberanía”. Esto implica el traslado de las empresas que estaban bajo el modelo ZEDE a un nuevo régimen comercial, supeditado por completo a la administración central.

Es importante destacar que, a partir de la década de los 90 en Honduras, la estructura de producción comercial se transformó con la instalación de las maquilas (provenía de una naturaleza minera y bananera), avaladas por la Ley de Zonas Libres (1976, 1989, 1994, 1998); la Ley de Zonas Industriales de Procesamiento (1987), y el Régimen de Importación Temporal (1984). Por lo tanto, que las empresas se incorporen a cualquiera de los regímenes habilitados en Honduras, se caracterizaría por: 1) una supeditación completa a las necesidades del país comprador y sus requerimientos; es decir, la consolidación de una economía primaria exportadora. 2) la flexibilización en las políticas de intercambio de mercancías, en detrimento de los procesos de integración centroamericana por las competencias desleales y medidas comerciales, y 3) la apuesta económica amparada en una sociedad desigual sin mínimas garantías ciudadanas.

El proyecto ideológico, político y económico que sostiene a las ZEDE, ha sido catalogado desde el CESPAD como extractivo en tanto, “Son consecuentes con el marco normativo que da vida a la Ley de Modernización Agrícola, Ley de Turismo, Ley Forestal, Ley de Minería, Ley de Aguas y la normativa relacionada con la generación de energía eléctrica: represas, eólica y solar”[1]. De allí que, con este documento se pretende caracterizar la narrativa extractiva que vuelve a instalarse en el debate nacional.

Narrativas en el extractivismo

La defensa de cada una de las modalidades extractivas podría considerarse narrativas de las élites dominantes porque logran describir situaciones, a través de historias y significados, que apelan a muchos argumentos (la mayoría de situaciones académicos) sobre las sociedades que “podríamos ser” o sobre la forma en que “deberíamos construir el desarrollo”.

Estas narraciones sirven para construir y sostener distintas políticas públicas, no sólo las que promocionan distintas actividades, como puede ser entregar concesiones o subsidiar empresas, sino que brindan ideas que las legitiman[2], sostiene Gudynas.

Es así que, a partir de la derogación de la Ley ZEDE se han posicionado actores con narrativas a las debe prestárseles atención, en relación con el repensar de modelos alternativos sobre el extractivismo en Honduras. El siguiente cuadro ilustra algunas de declaraciones y su interpretación, de la teoría extractiva:

Sector / Actor Declaración Fuente
Empresarial / Próspera ZEDE. “Las zonas económicas especiales de China son famosas por permitir la innovación médica y atraer miles de turistas. Sin embargo, Próspera ZEDE está diseñada para potenciar a Honduras y hacerlo aún mejor”. Twitter de próspera
  “Estamos resolviendo el problema de la gobernanza ineficaz para impulsar el rápido desarrollo económico y la innovación en los países en vías de desarrollo, cuyo objetivo final es el florecimiento humano”. Sitio web de Próspera
  “Antes de mover una sola palada de tierra, también celebramos un referéndum con esta comunidad vecina en el que explicamos detalladamente nuestros planes de desarrollo y les pedimos que votaran a favor o en contra de nuestro proyecto como muestra de buena fe”. Sitio web de Próspera
  “La Plataforma Próspera está construida desde cero para apoyar y permitir a los emprendedores que construirán el próspero futuro del mañana. El próximo Elon Musk, Jeff Bezos o Zaha Hadid deberían surgir de la fuente de posibilidades que crea la plataforma Próspera”. Sitio web de Próspera
  “El Estado de Honduras está obligado por el derecho internacional, constitucional y ordinario a brindar un trato justo y equitativo, así como a garantizar la plena protección y seguridad de los inversionistas e inversiones en las ZEDE. El régimen especial de las ZEDE se construyó para perdurar en el tiempo y se diseñó específicamente para garantizar el Estado de derecho y habilitar un oasis de libertad económica y estabilidad legal en Honduras durante las próximas décadas”. Sitio web de Próspera
  “Las ZEDE son un tipo de municipio. La autonomía municipal es reconocida constitucionalmente desde 1880. Las ZEDE son perfectamente consistentes con la soberanía, forma de gobierno e integridad territorial”. Twitter Próspera
  “El mundo observa cómo se trata a los inversionistas de las ZEDE. El objetivo de acabar con la pobreza peligra. Los inversionistas necesitan sentirse seguros y si defender sus derechos resulta en persecución por parte del @GobiernoHN no habrá inversión en #Honduras”. Twitter Próspera
Sector institucional extranjero / Departamento de Estado de los Estados Unidos. “En lugar de buscar reformas o buscar el diálogo con los inversionistas de las ZEDE, al eliminar los marcos sin tener en cuenta las protecciones otorgadas a los inversionistas en virtud del Tratado Bilateral de Inversionistas (TBI), entre Estados Unidos y Honduras o el Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana y Centroamérica (CAFTA-DR ), el gobierno se ha expuesto a una responsabilidad potencialmente significativa y ha alimentado preocupaciones sobre el compromiso del gobierno con el estado de derecho comercial”. Sitio oficial del departamento de Estado de los Estados Unidos
  “La derogación del marco que establecían las zonas económicas especiales “ZEDE”, contribuyó aún más a la incertidumbre sobre el compromiso del gobierno con las protecciones de inversión requeridas por los tratados internacionales”. Sitio oficial del departamento de Estado de los Estados Unidos
Medios de comunicación internacional / Periodista. “En Honduras, las élites locales quieren ver destruidas las ZEDE porque representan una nueva competencia. Mientras tanto, los políticos encerrados en una cosmovisión estatista atacan a las ZEDE por su énfasis en los derechos de propiedad y el consentimiento de los gobernados, en oposición al colectivismo silencioso y conformista Entrada en medio digital
Medios de comunicación internacional / Forbes. “En el caso de Honduras, las ZEDE establecen un área donde las empresas pueden encontrar un respiro de los impuestos y regulaciones onerosas y arbitrarias que impone el estado hondureño”. Sitio web de Forbes
Representación diplomática / Ministro Consejero de la Embajada de Estados Unidos. “El Ministro Consejero Perrin se reunió hoy con Prospera para conversar sobre el clima de inversión en Honduras, las garantías legales que permiten a los empresarios crear empleos y cómo el desarrollo sostenible puede crear oportunidades económicas para todos los hondureños”. Twitter de la Embajada de Estados Unidos en Honduras

Fuente: Elaboración y subrayado propio. Monitoreo de declaraciones abril – octubre del 2022.

En el seguimiento a los discursos que hacen referencia a las ZEDE, son reiterativos estos elementos:

   a. Prácticas comerciales como motor del crecimiento económico

Las grandes élites financieras nacionales e internacional instalan sus argumentos de crecimiento económico, protección a inversiones; reducción de la pobreza y aplicabilidad del derecho, pretendiendo ser legitimados como expertos en la sociedad. Los grupos aliados de las ZEDE son usualmente figuras revestidas de poder y recursos económicos, es decir, sus propios inversionistas. Estas narrativas se han reinventado con cada uno de los enclaves instalados en Honduras.

Entonces, como afirma Gudynas[3] “Allí se generan legitimaciones políticas sobre conceptos claves, tales como recurso natural o desarrollo entre otros. Actúan, por lo tanto, apuntalando unos sistemas de creencias políticas, entendidos como conglomerados de suposiciones normativas y causales”.

   b. Reconocimiento del Estado de Honduras (cuando es conveniente)

En su fase de instalación, los argumentos de instalación de las ZEDE partían de manifestar las debilidades del Estado de Honduras en relación con el desempleo, burocracia estatal y falta de control de flujos migratorios. Pero, una vez derogada la Ley ZEDE, determinan al Estado como el obligado a respetar los convenios y tratados comerciales (ejemplo, el debate sobre el DR – CAFTA y los artículos que protegen a las ZEDE de la expropiación gubernamental) e incluso instan a la negociación[4] entre partes.

   c. Tecnología apostando por el medio ambiente

Con el avance de los años, los extractivismo van actualizando sus formas de operación bajo la reducción de costos de operación, traslado y el mismo enclave extractivo. En ese sentido, la necesidad de reiterar el compromiso con el medio ambiente, es también síntoma de la legitimación a la empresa frente a compromisos internacionales e inversiones, argumentado por la innovación tecnológica que “disminuye costos sociales”. Un país como Honduras, referente en vulnerabilidad climática, continúa requiriendo de esfuerzos estructurales en relación con el impacto del cambio climático

En este punto, la narrativa está “Apoyada sobre todo en un optimismo científico y tecnológico; se minimizan los impactos ambientales y desde allí estima que sus actividades son compatibles con preservar la biodiversidad. Se ofrecen argumentos complementarios que insisten en los beneficios económicos de esas actividades y los problemas en promover alternativas[5].

   d. Relacionamiento entre iguales

Los interlocutores válidos para las ZEDE son únicamente empresarios y políticos. Es decir, una relación entre la clase que pueden perfectamente identificarse con los intereses económico. Mientras, se ha continuado con la criminalización de defensores/as[6] que contemplan otra narrativa sobre las ZEDE.

Los elementos presentados anteriormente se constituyen como la narrativa política, económica y social que defiende y perpetúa la existencia de un modelo extractivo. Al final, se construyen como un sentido común extractivista que se articula con actores que le legitimen y claramente excluye a quienes reclamen por otros modelos o alternativas.

Este sentido común extractivo, también se caracteriza por: a) la continuación de la necesidad del ser humano en dominar la naturaleza y los entornos, b) el desconocimiento de la territorialidad y sus simbolismos, y c) la mercantilización de la vida y de sus relaciones.

Con el posicionamiento del debate sobre las ZEDE y las preguntas que giran en torno a su acomodamiento a cualquier tipo de régimen comercial o sobre las cláusulas que se nombran sobre el DR – CAFTA, es importante establecer, siempre, las contra narrativas que forman parte de los distintos movimientos ciudadanos que rechazaron el proyecto de las ZEDE.

Algunos puntos centrales:

  • Las negociaciones de cualquier proyecto extractiva se han realizado sobre los intereses territoriales en Honduras. Ninguna matriz de producción promovida desde el exterior, ha logrado que el país se retire del papel asignado por la división internacional del trabajo: ser una economía primaria exportadora.
  • La derogación de la ley ZEDE es una conquista ciudadana que evoca al sentimiento y pertenencia territorial, y para no retroceder, también se requiere de una mayor voluntad política en el Gobierno de Honduras para establecer los mecanismos idóneos de inversión y, asimismo, la vigilancia oportuna de sus acciones. La revisión del DR – CAFTA, también forma parte de la agenda presidencial y al ser, actualmente, la carta de presentación de algunas empresas, representa una oportunidad en términos de relacionamiento comercial internacional y la oportunidad clave para la integración regional.
  • Las diversas crisis que atraviesa Honduras, especialmente la climática, requiere de una comprensión y discusión a profundidad sobre el papel del ser humano con la naturaleza. La discusión financiera y de ganancias, no es compatible con un país altamente vulnerable en relación con los territorios.
  • Las ZEDE, luego de su derogación, continúan operando y ese es el punto de partida para un nuevo ciclo de conflictividad. No existieron en el marco de la gestión gubernamental, caminos adecuados de ajuste y de adopción rápida de otro modelo de inversión, por lo tanto, se complejiza la reducción de la inversión bajo este modelo cuestionado, y que solo representa la continuidad del acaparamiento territorial.

Ante cualquier narrativa que continúe perpetuando un sistema capitalista con dinámicas acaparadoras, y que en un juego político pretenden imponerse, Leonardo Boff[7] refiere que “se hace indispensable un cambio de paradigma, una cultura del cuidado y un sentimiento profundo de responsabilidad por el futuro común”.

[1] CESPAD. 2021. Coyuntura desde los territorios | Las ZEDES y los extractivismos: la perfecta fusión para el despojo territorial. Disponible en: http://v1.cespad.org.hn/2021/06/11/coyuntura-desde-los-territorios-las-zedes-y-los-extractivismos-la-perfecta-fusion-para-el-despojo-territorial/

[2] Gudynas, E. 2019. Hasta la última gota: Las narrativas que sostienen a los extractivismos. RevIISE | Vol 13, Año 13. Pág. 15 – 31.

[3] Gudynas, E. 2019. Hasta la última gota: Las narrativas que sostienen a los extractivismos. RevIISE | Vol 13, Año 13. Pág. 15 – 31.

[4] Vea: https://twitter.com/Prosperahn/status/1580702621434007552

[5] Gudynas, E. 2019. Hasta la última gota: Las narrativas que sostienen a los extractivismos. RevIISE | Vol 13, Año 13. Pág. 15 – 31.

[6] Vea: https://twitter.com/GeorgeColindres/status/1581687236491300869?t=4VhwanUYil0cn3EFrfyptw&s=08

[7] Boff, L. Una ética de la madre tierra. Cómo cuidar la casa Común. Pág. 53.

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