Desde el mes de julio, el Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), ha realizado un monitoreo de contexto que ha estado marcado por una variedad de acontecimientos noticiosos que ponen en perspectiva los escenarios que podrían acontecer a pocas horas de que se lleven a cabo las elecciones generales, el 28 de noviembre del 2021. Sin embargo, en todos los informes ha prevalecido un ambiente marcado por la alta conflictividad y la violencia. De hecho, la cuenta regresiva inició en el mes de noviembre con mucha preocupación porque la extrema polarización política persiste, al igual que el temor de la población a enfrentarse a un escenario similar al acontecido en el país después de las elecciones del año 2017.
En este quinto informe de monitoreo “Sin acuerdo de paz y con peticiones de un alto a la violencia, Honduras entra a la recta final del proceso de elecciones generales 2021”, realizado entre el 25 de octubre y el 25 de noviembre, se reportan 14 hechos muy violentos que pusieron en el centro, como protagonistas/víctimas, a alcaldes, candidatos a alcaldes y simpatizantes de varios partidos políticos, que fueron agredidos en diversas maneras, en medio de concentraciones políticas.
Esos 14 hechos forman parte de los datos que el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), ha estado registrando en todo el periodo de elecciones generales, y que indican que hasta la fecha ha habido 64 casos de violencia hasta el mes de noviembre: 30 homicidios, 18 coacciones, 6 amenazas, 12 atentados, una coerción y un rapto por esa causa. Del total de las víctimas, 49 fueron hombres y 14 mujeres.
En medio de este preocupante escenario, surgió la petición de una serie de organizaciones civiles, religiosas, académicas y de la empresa privada, para que se firmase un acuerdo de paz político en Honduras, previo a las elecciones del 28 de noviembre. En un pronunciamiento multisectorial, más de una veintena de organizaciones hicieron un llamado a los actores políticos a buscar los consensos mínimos que garanticen un proceso electoral pacifico. Las organizaciones consideran que es necesario reducir la violencia política para generar certidumbre y confianza en el proceso electoral, que registró más de 70 conflictos electorales en los últimos 10 meses, de acuerdo con otro informe denominado “El conflicto electoral y la violencia política en el ciclo electoral 2021 de Honduras”, que presentó la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ).
A la petición de firmarse un acuerdo de paz también se sumó la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos (MOE-OEA), que pidió a todas las partes involucradas en las elecciones generales en Honduras, que contribuyan a generar un «ambiente de paz» para que la población pueda expresar «libremente» su voluntad en las urnas. Pese a las peticiones de diversos sectores, Honduras está a escasas horas del día de las votaciones, pero se asiste a las elecciones generales sin un acuerdo de paz y en medio de un clima de incertidumbre que podría desvanecerse, únicamente, con la voluntad de los partidos políticos y sus seguidores, al igual que una ciudadanía convencida de que ingresar a un escenario similar al acontecido en el 2017, solo agravaría las precarias condiciones económicas y sociales en las que sobrevive el pueblo hondureño.