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Entre dudas y esperanzas, feministas celebran paridad de género en la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia de Honduras

Escrito por: Aimée Cárcamo

La Corte Suprema de Justicia que resulte electa para el período 2023-2030 deberá incluir al menos siete mujeres entre los 15 magistrados que integran el Poder Judicial, según el mandato de la nueva ley orgánica de la Junta Nominadora que ha venido a marcar un avance importante hacia la equidad de género.

Desde 2002 a la fecha, los cargos de magistrados han sido ocupados por 28 hombres y 17 mujeres, de allí que el actual proceso de selección es visto con esperanza por el movimiento feminista que desde el siglo pasado ha luchado en las calles por el reconocimiento de sus derechos y capacidades.

Sin embargo, las fuentes consultadas coinciden en que una mayor presencia de mujeres en la Corte no necesariamente implica que los derechos humanos de este segmento de la población, que es mayoritario con 4.9 millones versus los hombres, con 4.6 millones (INE), serán una prioridad.

Una Corte masculina

Hasta el triunfo de Xiomara Castro en las elecciones generales de noviembre de 2021, que la convirtieron en la primer mujer presidenta de Honduras, la Corte Suprema de Justicia era el único poder del Estado que había estado presidido por una mujer.

En el 2002, después de más de 120 años de un puesto ocupado solo por hombres, Vilma Morales asumió la titularidad en el Poder Judicial. Pero después de ella ninguna mujer ha vuelto a mandar desde esa silla.

La disparidad de género ha sido notoria también en los cargos de magistrados porque los hombres han sido mayoría.

Antes de 2002, el Congreso Nacional elegía a los magistrados sin un proceso de selección previo, como el que empezó a realizar la Junta Nominadora después de su creación, en 2001, mediante una reforma constitucional.

Los 15 magistrados electos para el período 2002-2009 eran nueve mujeres (entre ellas Morales) y ocho hombres.

Pero desde allí las mujeres no han vuelto a tener tal superioridad numérica y la desventaja a la que se enfrentan ha tenido que ver, en parte, con la escasa participación y también con un proceso de selección en el cual los hombres son mayoría.

Para el caso, en el proceso de selección de magistrados del período 2008-2009, de un total de 200 candidatos, tanto los que fueron propuestos por las siete organizaciones que integran la Junta Nominadora como los autopropuestos, 137 eran hombres y 63 mujeres. Es de mencionar que, entre los propuestos por la JN, 78 eran hombres y 39 mujeres.

Proporción de mujeres y hombres en la CSJ 2002-2023

Período Magistrados hombres Magistradas mujeres
2002-2009 6 9
2009-2016 12 3
2016-2023 10 5

En el actual proceso de selección, por mandato de la nueva ley orgánica de la Junta Nominadora, todos los participantes son autopropuestos: se postularon 132 hombres y 53 mujeres.

Otro dato que llama la atención es que de los 56 integrantes de las Juntas Nominadoras que se han formado desde el período 2001-2002 al 2022-2023, 43 han sido hombres y solo 13 mujeres, entre propietarios y suplentes.

Paridad de género en la nueva ley y la elección de la nueva CSJ

En dos sesiones realizadas el 16 y 18 de julio pasado, el Congreso Nacional aprobó la Ley Especial de Organización y Funcionamiento de la Junta Nominadora para la Proposición de Candidaturas a Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, enviada por el Poder Ejecutivo, a través de la Secretaría de Transparencia y Anticorrupción.

Si bien en la ley aprobada se eliminaron o modificaron algunos incisos torales que contenía el proyecto original, se le considera un avance hacia el establecimiento del Estado de derecho y la equidad de género.

Mientras la ley de la Junta Nominadora anterior no incluía ninguna disposición relativa a la paridad de género, la normativa actual manda que la nómina, de al menos 45 candidatos que debe ser enviada al Congreso Nacional, esté integrada por las 23 mujeres y los 22 hombres mejor evaluados.

“En ningún caso podrá variarse la proporcionalidad entre mujeres y hombres”, señala el artículo 21.

Además, obliga a que de los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia que sean elegidos, por mayoría calificada en el Congreso, al menos siete sean mujeres.

En el caso de los integrantes de la Junta Nominadora, la nueva ley también manda que al menos uno de los representantes de las siete organizaciones, ya sea el titular o el suplente, debe ser mujer.

Candidatos al cargo de magistrados de la CSJ

Período JN Hombres Mujeres Total
2008-2009 137 63 200
2022-2023 97 37 134

Lucha feminista

“Esta ley que obliga a la inclusión de las mujeres es el resultado de la lucha que históricamente el movimiento feminista ha hecho en el país para visibilizar el papel de las mujeres y su capacidad en todos estos espacios”, dijo la coordinadora del Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, Merly Eguigure.

Uno de los principales logros del movimiento feminista fue el reconocimiento, en 1955, del derecho de las mujeres a ejercer el sufragio, rememoró la entrevistada, quien planteó, además, que “si no fuera a través de ese mecanismo es probable que las mujeres ni siquiera estarían en la Junta Nominadora, porque siempre se han visto estos espacios de toma de decisiones como espacios eminentemente masculinos, donde se cree que las mujeres no tenemos capacidad de aportar”.

De su lado, la coordinadora del Equipo Jurídico por los Derechos Humanos (EJDH) en Honduras, Claudia Hermannsdörfer, declaró que la nueva normativa es parte de un proceso con el que las mujeres “vamos ganando espacios y a la larga van a haber beneficios”.

Según su criterio, esos cambios son “correctos” y tienen como objetivo presionar, motivar e impulsar que más mujeres participen en los espacios públicos.

Sin garantía

Sin embargo, Eguigure y Hermannsdörfer coincidieron en que la presencia de más magistradas en la Corte Suprema no es garantía ni significa que las escogidas van a abogar por los derechos humanos de las mujeres ni que ese tema será tratado con la seriedad que amerita.

Para el caso, en la actual Corte, una de las opositoras más fuertes al aborto es una magistrada de la Sala de lo Constitucional, dijo Hermannsdörfer.

De allí que para Eguigure, se requiere que tanto la Junta Nominadora como el Congreso Nacional “hagan un trabajo mucho más fino, eligiendo a personas que no hayan sido reconocidas por su sectarismo político”, sino por su integridad personal, capacidad de análisis y que vayan a legislar conforme a la Constitución y las demás leyes del país.

La defensora planteó que muchos temas relativos a los derechos de las mujeres no pasan porque en el Congreso Nacional se legisla y en la Corte Suprema de Justicia se dictan sentencias apegados a la Biblia.

Entonces consideró importante que los nuevos magistrados, hombres como mujeres, “dejen de lado sus prejuicios, sus creencias y sus dogmas religiosos”.

Escasa participación de mujeres

Para Hermannsdörfer, el principal problema en cuanto a la representatividad de las mujeres en la nueva Corte “es que no hay tantas mujeres abogadas y notarias”, que es uno de los requisitos para optar al cargo de magistrado.

De 1,322 notarios que aparecen registrados hasta 2022, en un listado consolidado en la página del Poder Judicial, solo 297 son mujeres.

Juntas Nominadoras (propietarios y suplentes)

Período Hombres Mujeres
2001-2002 11 3
2008-2009 12 2
2015-2016 13 1
2022-2023 7 7

Entonces “con tal de llenar la cuota de género se podría estar beneficiando no necesariamente a las mejores candidatas”, es decir, aquellas que tengan un mínimo de perspectiva de género y de derechos humanos.

“Algunas candidatas que he visto ahí no la tienen”, acotó.

El otro punto que señaló es que a las mujeres no se las valora igual que a los hombres, sino que con ellas “somos más estrictos”, aunque hacer una selección pareja tampoco “va a asegurar las mejores candidatas, igual que con los hombres”.

El factor personal y las herramientas de poder

Además de que la cantidad de mujeres notarias es menor, en relación con los hombres notarios, existe otros factores que limitan la participación de las mujeres.

Hermannsdörfer mencionó que las mujeres “estamos más comprometidas también con los espacios personales, el cuidado, los hijos y tenemos más limitaciones como para asumir un cargo, como tranquilamente lo pueden asumir los hombres”.

El otro punto, que tiene que ver con el hecho de que haya más hombres notarios que mujeres notarias, es que “políticamente el notariado ha sido un instrumento de los grupos de poder”, del Partido Nacional y el Partido Liberal, “para controlar la Corte y las mujeres hemos tenido menos acceso a ese juego político”.

Se refirió al caso de una abogada notaria que debió esperar siete años, después de estar “rogando que le dieran el examen”.

Pero, en general, muchos abogados, hombres y mujeres, no han podido acceder al examen de notariado “porque no tenemos políticamente todos esos vínculos, porque creemos que no los debemos de tener, además, que no debe ser una cuestión de favores políticos”.

A criterio de Hermannsdörfer el notariado ni siquiera debería ser un requisito para optar al cargo de magistrado.

“Lo han pedido (de requisito) como una herramienta para ese juego político y para las disputas de poder”, continuó. “Incluso usted puede ser notaria y no ser abogada y se deben de separar las dos funciones” como en otros países donde hasta hay notarios que no son abogados.

“El notariado es una función completamente aparte que debería ser regulada por el Instituto de Notariado y punto, no tendría nada que ver la Corte”, finalizó.

La nueva Corte y las mujeres

La propuesta original de la nueva ley de la Junta Nominadora prohibía la participación de postulantes a magistrados condenados por violencia doméstica, pero se cambió para que solo se incluyera a quienes tuvieran sentencia firme.

Para Eguigure, la nueva Corte debería hacer una revisión sobre el tema de violencia doméstica y otros delitos como la violación, que se han visto como temas secundarios.

Incluso, el nombramiento en las salas que atienden violencia contra las mujeres es considerado como un “castigo” que se impone a los empleados del Poder Judicial que se han “portado mal”.

Entonces, “creemos que eso contribuye a que este tema de la violencia esté estigmatizado como un tema secundario, como un tema de poco interés, lo que está repercutiendo en la gran cantidad de femicidios que tenemos”, acotó.

“Por eso requerimos una nueva Corte” en la que se prioricen esos casos en cuanto a asignación de recursos económicos y humanos para que pueda fortalecerse.

Eguigure expresó también que la Junta Nominadora “debe tener claro que la ciudadanía está llena de esperanzas y que las mujeres, particularmente estamos llenas de esperanza de que transformar esta realidad que hemos vivido es posible y que no pueden defraudar a los diferentes sectores”.

De igual manera, dijo que “el Congreso Nacional debe saber que volver a estar en el poder depende del papel que hagan y que la ciudadanía, y las mujeres particularmente, tenemos los ojos abiertos hace rato y que estamos viendo sus actuaciones”.

Eguigure finalizó con este mensaje a los actuales diputados que desde ya aspiran a reelegirse: “No vamos a respaldar candidatos hombres o mujeres que actúen contra los intereses nuestros, de las mujeres, que estamos viéndolos con una lupa”.

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